El amor romántico

El amor romántico existe, y el enamoramiento también, pero son parte, una parte pequeña y circunstancial, no es el todo.

A lo largo de toda la existencia de la humanidad, cada persona que ha existido se ha enamorado y desenamorado, ha sufrido de amor y ha sentido mariposas en el estomago, todos hemos puesto cara de bobos cuando se cruzaba con nosotros el objeto de nuestros anhelos. Sensaciones maravillosas, incluso con una base biológica, que no vamos a analizar aquí, que supone una respuesta evolutiva a la necesidad de reproducción del ser humano.

Estas sensaciones sublimadas se convierten en el amor romántico, mediante el cual idealizamos a esa persona hasta convertirle en el sumun de la perfección.

Es algo necesario, un poco “mágico”, maravilloso, pero no es amor, lo siento. Es pasión, es deseo, es anhelo, también son hormonas y procesos biológicos, pero no es una decisión racional y el amor autentico (la autentica entrega) requiere que voluntariamente actuemos.

El amor es un acto de la voluntad

“Eres mi amigo por que he decidido amarte”, “eres mi mujer por que quiero quererte”.

Las relaciones humanas basadas en apetencias, en atracciones pasionales, en hormonas, en enamoramientos, en intereses egoístas,…. son polvo en el aire, cualquier brisa se las llevará.

Las relaciones humanas basadas en el amor, en la entrega voluntaria de todo nuestro ser, sin guardarnos nada, esas relaciones son rocas firmes sobre las que se puede construir una vida.