¿El amor es recíproco?

Sería tan fácil recibir lo que doy y viceversa. Tanto doy, tanto recibo. Todos sabríamos que esperar, pero no es así. Somo distintos y aunque recibamos lo mismo devolvemos cosas distintas.
Cuando contemplamos a la persona amada, no podemos pretender hacerlo como quien mira a un espejo. Del mismo modo que tendemos a enamorarnos de alguien totalmente distinto a nosotros, de esa persona que, francamente, no entendemos. No entendemos que alguien así, tan maravilloso, tal vez incomprensible, que piensa de una manera tan distinta a la nuestra, pueda existir. Parece que su sola existencia no obedezca a la realidad, aquí si que veo algo de magia y misterio en el amor. Por esta razón, no podemos esperar que el ser amado se comporte siguiendo nuestra lógica.
Esta realidad llevada al extremo, puede ser muy dura. Dedicamos nuestra vida a entregarnos en cuerpo y alma, a amar con todo nuestro ser. Y de repente un día, nos rompemos y necesitamos recibir algo de eso que hemos dado y al abrir la caja donde pensábamos que habíamos depositado lo mas valioso de nuestra propia existencia, el mejor producto de nuestra alma, a nosotros mismos, resulta que en esa caja no hay nada, está vacía.
Al hacer esto, lo que hacemos es buscarnos a nosotros mismos, orgullo y soberbia, grandes enemigos del amor. ¿Pero es que años de entrega y sacrificio han desaparecido? Sí y no. Todo lo que has dado ha desaparecido, es cierto, pero no del todo, se ha transformado. Junto a la caja donde depositaste todo, hay otra caja, la que ha ido llenando la persona a la que amas. Tal vez distinta, tal vez no sea una caja, tal vez sea un cuadro, lleno de sentimientos que tal vez no he sabido entender, de entregas que no he sabido ver, de sacrificios que me pasaron desapercibidos.
En mi caja metí piedras y en el cuadro encontré castillos.
Si estas en esta situación, deja de mirar a tu caja, está vacía, es como debe de estar y mira alrededor verás EL REGALO, a lo mejor no es lo que esperabas, pero es tu regalo. Sigue mirándolo hasta que descifres el misterio. Sigue mirándolo y estudiándolo, eso es seguir amando cuando creías que todo se había perdido, eso es querer amar.