¿Y cual es el limite?¿Cuanto se puede amar?
Esto que voy a decir a continuación no se si hoy en día se va a entender, por que el limite es darse uno mismo totalmente al 100% sin guardarse nada.
Estamos constantemente bombardeados por mensajes del tipo: “cuídate”, “mímate”, “por que tu lo vales”, “si yo no estoy bien nadie a mi alrededor estará bien”, “encontrarse a uno mismo”, “encontrarse bien con uno mismo”, etc. Y esto lo vemos en la publicidad, películas, series, millones de libros de autoayuda. Pero no es algo nuevo, ni de este siglo, es algo de siempre, de hace miles de años, pero me temo que antes se veía como un defecto ahora es un grito de guerra, primero yo, lo mío y luego ya si eso, los demás. Se aplaude esta forma de pensar como algo muy sano y conveniente, desde cualquier ámbito, político, social, económico, científico. Y por supuesto se ha convertido en el objetivo vital de la inmensa mayoría de nosotros, en mayor o menor medida. Y me incluyo, no soy inmune al egoísmo, lucho y caigo y vuelvo a luchar.
Las consecuencias de esta manera de pensar son inmediatas, y generan una sociedad infeliz, infantil y frustrada. Si lo único que da la felicidad autentica es amar y ser amado, darse sin limite, cualquier obstáculo a esta actitud será un bloqueo a nuestra felicidad, y los obstáculos nos los ponemos nosotros mismos.
Hoy en día es habitual en parejas oír el comentario primero nos vamos a ir a vivir juntos un tiempo a ver que tal nos va. Esto significa que vamos a “probarnos”, como el que se prueba una chaqueta, un vino o un coche…. el mensaje inmediato que transmites a tu pareja es que es “prescindible”. Claro, cuando pensamos que el centro de nuestra felicidad somos nosotros mismos, obviamente los demás nos convienen o no, según las utilidades que nos den, como un coche. Mientras me gustes seguimos y cuando se tuerza pues a otra cosa mariposa. En estas circunstancias esa relación nunca será de amor, no puede haber entrega dado que no hay compromiso. ¿Tu te comprometes con tu coche? pues claro que no, cuando se estropee si no compensa arreglarlo, pues te compras otro. Y por tanto esa relación, en la que hay una entrega limitada, no dará la felicidad, mas bien la quitará.
Otra consecuencia es que no nacen niños, no se tienen hijos. Tener un hijo implica renunciar a muchas comodidades, sacrificios, gastarte el dinero en pañales y no en cenas puede ser duro. Por eso muchas personas optan por el camino del hedonismo inmediato, que es mas cuesta abajo y que no da la felicidad. Cuantas vacaciones flipantes y cenas pueden suplir a la maravilla de la sonrisa de un niño ¿y si además es tu hijo?, eso hay que vivirlo para entenderlo. Los hijos requieren que sus padres se inmolen en cuerpo y alma a ellos, (entrega sin limites al 100%) la paternidad así entendida es fuente de felicidad y de cansancio, pero cansancio del bueno, del que ayuda a dormir como un lirón.
Y este argumento del propio bienestar sirve como argumento incluso para matar, si, en la sociedad en la que vivimos, tan civilizada, tan avanzada, matamos a los que estorban. Al niño que aun no ha nacido, se le puede matar impunemente, por que sí, por que no es el momento y así hay millones de padres y madres que sacrifican su paz, su conciencia y su voluntad por una incomodidad pasajera, 9 meses y dalo en adopción, pero no te obligues a vivir el resto de tu vida con una muerte en tu conciencia. Pero claro, hay un enorme sistema que apoya el asesinato de hijos, que apoya la decisión de quien decide abortar, el sistema no continua atendiendo el sufrimiento de quien tomo esa decisión. Sería reconocer que fue un error.
También sirve este argumento, y siguiendo con el tema niños, para comprarse uno, ¿por que no? si el centro es uno mismo y su felicidad, por que no te vas a comprar un niño (como quien se compra un coche). La respuesta generalizada a quien se le pregunta por que adquiere un hijo mediante un vientre de alquiler es: “tengo derecho a ser madre/padre”, claro el centro del puto universo eres tu ¿Tienes pasta?, pues ya está. Ese niño vendrá al mundo para satisfacer sus necesidades, me cuesta creer que esos padres vayan a entregarse al 100% a esa criatura. Tienen un hijo para su felicidad, la felicidad del niño que viene va después.
Por supuesto “los abuelos sobran”, cuando cuidar a los abuelos requiere un esfuerzo, rápidamente se saca la calculadora, ¿me compensa?, ¿me aporta algo?, claro, los corazones pequeños responden negativamente a estas preguntas y por tanto los ven como un obstáculo a su “felicidad”, así que fuera, a la residencia y que no tosa muy de continuo por que no faltará quien piense que es mejor acabar con su sufrimiento. La realidad es que la entrega al 100% al cuidado de quien lo necesita, sin sacar la calculadora, sin medida, da la autentica felicidad, felicidad sin medida, sin limite
Y suma y sigue. Ahora bien ¿quieres ver gente feliz?, búscales entre la gente que entrega su vida por los demás, completamente, al 100%.
Y para entendernos mejor, llevemos las cosas al extremo. Hay quien da su vida por los demás. La historia está llena de estos ejemplos, héroes todos ellos sin duda, pero hay otros que dieron su vida por los demás, y que nunca se supo; incluso quien tuvo una muerte dolorosa y triste por alguien a quien amaba; o quien dio su vida por alguien a quien amaba y esa persona ni siquiera se lo agradeció y otro que dio su vida por otro y este se rio de su sacrificio…Pues hasta ahí se puede llegar, hasta dar tu vida, de forma dolorosa, anónima, por alguien que no lo agradece, ni tan siquiera lo aprecia o que incluso se burla, pues hasta ahí se puede llegar, eso si de forma voluntaria, por amor al otro.
Pero vamos que hasta llegar ahí hay muchos pasos intermedios, puedes dejar el tubo de pasta cerrado si sabes que al otro le gusta así, o puedes hacer una llamada a quien sabes que lo necesita, etc, quiero decir que por buscar la excelencia no dejes de hacer cosas.