¿Soy feliz?

Pues si te haces esta pregunta, obviamente, no lo eres.
Pensaba dejar la entrada con la línea antes escrita, pero voy a intentar explicarme un poco más o mejor. Tal y como hemos comentado en alguna entrada anterior, la autentica felicidad la da el amor, amar y sentirse amado. Amar entregándose al 100%= Felicidad 100%.
Si te estás preguntando si eres feliz, en lugar de preguntarte si haces felices a los demás, significa que estas más centrado en ti mismo que en los demás y por tanto no estas en el camino de alcanzar la verdadera felicidad.
La verdadera felicidad es un objetivo ambicioso, es el “hedonismo” en estado puro y, como todo lo realmente bueno, requiere un sacrificio, tu mismo. Si no te buscas te encontraras, si lo das todo, lo recibirás todo. Los budistas hablan de hacerse uno con el universo, en nuestro discurso noroccidental se puede entender como olvidarse de uno mismo. Parece correcto, pero ese enunciado genera un vacío que se debe llenar, la respuesta tal vez la podamos encontrar en el cristianismo la segunda de sus normas es amar al otro como a uno mismo. Este concepto del amor nos resulta mas familiar, como digo, en nuestro discurso noroccidental, e implica el abandono de uno mismo en búsqueda de la felicidad de los demás.
Por tanto, contestando a la pregunta del enunciado, empezaras a ser feliz cuando dejes de preguntarte si eres feliz y empieces a preguntarte “¿hago felices a los demás?.