A veces solo queda dar un salto de fe

Cuando escalaba, recuerdo que había veces en que no encontraba la manera de resolver un paso complicado, bien por falta de técnica, de elasticidad, de fuerza, por cansancio… y por supuesto no me planteaba rendirme. En esas ocasiones a veces solo quedaba lo que llamábamos un “salto de fe”, sabía que había un buen “cazo”, en la repisa sobre mi o tras la arista a mi lado, pero esos agarres no estaban a la vista, y no veía manera de alcanzarlos, así que solo me quedaba “jugármela” y saltar a por el agarre que ni siquiera veía. Si fallaba caía, y aunque atado a la cuerda, el costalazo no te lo quitaba nadie y si conseguía el agarre, continuaba la escalada, a por el siguiente paso complicado. Ya se que desde un punto de vista teológico se debe de llamar salto de Fe a otra cosa, pero se me escapan esas profundidades, así que no me meto.
A veces con la gente a quien queremos sucede lo mismo, amigos, hermanos, compañeras de trabajo, parejas… Y es que nos encontramos en un “paso complicado”,
.- no me apoya en algo que debería apoyarme
.- me ha faltado al respeto
.- me siento traicionada por sus actos o palabras…. ostras¡¡¡, ¿me está mintiendo?
.- ….. en fin, tantos pasos complicados (“9C para arriba, un techo sin agarres, solo panzas… esto para los escaladores 😉
¿Qué ha pasado? ¿Cómo es posible que el protagonista de mi amor me falle así?
Resetea, y volvamos al camino. Reajusta tus impresiones y evalúa si es tan importante como te está pareciendo. Por supuesto el único filtro, la única referencia, eje de coordenadas, con el que puedes re-evaluar la situación es el amor, desde el amor y por el amor.
Tal vez te des cuenta de que quien estaba equivocada eras tú, o tal vez no, tal vez tengas razón pero ahora tus pensamientos y acciones estarán orientados a resolver este paso complicado de la mejor manera posible, amando y desde un compromiso irrompible.
¿Qué es lo que has hecho?, has dado un salto de fe. Has recordado por que le amas, has recordado “donde estaba ese agarre” y te has lanzado a por el para poder resolver el paso complicado. Pero en esta acción hay una diferencia principal respecto a la escalada ( a ver… que si, que un millón de diferencias, pero déjame seguir), y es que en este salto de fe, te ha guiado el amor, y por tanto no hay posibilidad de caída, no hay riesgo, cuando actúas por amor, verdadero y comprometido, solo puedes acertar, es lo que hay.